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Esta etapa consta de un solo día pero muy completo e inolvidable. Subimos en transporte desde Coñaripe, a 250 metros sobre el nivel del mar. Nos relajamos en las Termas Geométricas a 900 m. Pedaleamos hasta el collado que cruza el Parque Nacional Villarrica a 1300 m entre bosques de Araucarias y nos precipitamos hasta Pucón en un descenso de más de 1000 metros.

Índice de etapa:

Abril 20: De Coñaripe a Pucón (Perfil)

20 de Abril de 2011: De Coñaripe a Pucón

Volcán Villarrica al amanecerSubimos las bicis y las alforjas a la pickup de Iván, quien nos va a llevar hasta las Termas Geométricas. Cuando llegamos aún están cerradas y esperamos al sol hasta que abren. El cielo está despejado encima de nosotros pero las nubes ya se acercan por el Oeste.

 


Termas GeométricasSomos los primeros en entrar y los únicos por un buen rato. Tenemos todas las termas para nosotros. El entorno de las Termas Geométricas es especial. El agua calentada por el volcán Villarrica fluye por un cañón de entre 10 y 20 metros de ancho y unos 15 de profundidad. Las paredes están tapizadas de helechos y musgo. Por encima, los árboles casi bloquean la luz y sólo dejan pequeñas brechas por donde entra el sol cuando está alineado con ellas. A lo largo del fondo del barranco, un pasillo sobreelevado de madera da acceso a todas las pozas que se distribuyen a sus lados. Ya en bañador empezamos el recorrido en la zona más ancha del cañón. Aquí el sol entra en abundancia e ilumina las enormes hojas de las nalcas. Al avanzar por el pasillo, el vapor de agua caliente que flota en el aire difumina las figuras. El corredor es más visible gracias a que está pintado de rojo. Este color crea una sensación extraña. Aunque está en discordancia con el entorno verde de la vegetación y oscuro de las rocas, da un contrapunto de color muy llamativo. El diseño de las termas es muy original. El pasillo, por ejemplo, forma una línea quebrada que se acomoda a la forma del cañón. Las casetas para cambiarse de ropa también están pintadas de rojo y el techo está cubierto de los mismos musgos y helechos que las paredes. Cuando recorremos la zona de las pozas más calientes, el vapor es tan espeso que la visibilidad se reduce a unos pocos metros. Los rayos de sol se cuelan entre las copas de los árboles creando unas filtraciones en el vaho dando un ambiente mágico. Al final del pasillo el aire se aclara para descubrir el principio del cañón por donde cae una cascada helada. No salimos de nuestro asombro y allí donde miramos es precioso, adelante, atrás, arriba.

Termas GeométricasComenzamos el camino de vuelta remojándonos en todas las piscinas. 37 grados, 39, hasta 41. Nuestra preferida es la de 41. Además de la fantástica sensación térmica, unos chorrillos de agua helada resbalan por los helechos de la pared para clavarse como agujas en el cogote. La mística se rompe cuando los siguientes visitantes aparecen entre la niebla, pero para entonces hemos disfrutado del increíble ambiente del lugar. El aire todavía es frío y corremos como ratones asustados de piscina a piscina para sumergirnos nuevamente y recuperar el calor en la piel. Al llegar al inicio del pasillo volvemos a la poza de 41 para darnos un último chapuzón.

Araucaria en la nieblaAntes de empezar a pedalear, para no volver a nuestro sistema nervioso loco, esperamos un rato mientras comemos en el quincho de las termas. Lo que nos espera es una subida sin tregua hasta el collado. La pista es buena hasta la entrada del parque, pero a partir de aquí, las raíces, troncos caídos y arroyos convierten el camino en una prueba de obstáculos divertida. Afortunadamente, la mayoría de las pendientes son asequibles, incluso con las alforjas cargadas. Las nubes ya han cubierto el cielo por completo, así que rodamos en una semipenumbra. El camino se interna en el bosque de Araucarias, árbol sagrado para los Mapuches, los indígenas de esta zona. La araucaria tiene un aspecto primitivo, como del jurásico. De hecho, ya existía en esa época geológica, cuando América del Sur, África, la Antártida, India y Madagascar formaban el supercontinente de Gondwana. Algunas tienen la corteza formada por placas grandes. Las jóvenes todavía tienen el tronco recubierto de hojas duras y puntiagudas formando una espiral ascendente. Las ramas son una cadena de hojas donde cada una sale del interior de la predecesora. Estos árboles tienen algo especial, quizás por la originalidad de su forma. Cuando llegamos al collado, la niebla nos envuelve y podemos ver la silueta de las araucarias contra el fondo blancuzco.

El camino de bajada se complica aún más y nos alegramos de estar cruzando el parque en el sentido de Sur a Norte. Ahora no sólo la pendiente es más pronunciada, sino que los regueros son mucho más profundos. Pero vamos de bajada, así que la diversión sigue. A medida que perdemos altura, la densidad de araucarias disminuye y son reemplazadas por otras especies. Para cuando salimos del parque, el bosque ha perdido su encanto especial. El estado de la pista mejora sustancialmente y ahora podemos lanzarnos a toda velocidad montaña abajo. Hacemos un alto en el descenso para visitar El Salto de la China, una cascada de unos 50 metros en un desvío a 1 km del camino. Tras una visita rápida a lo japonés, retornamos al camino para seguir bajando a toda velocidad.

Rama de araucariaLa pendiente se va suavizando gradualmente. Cuando llegamos al asfalto de la carretera que nos ha de llevar a Pucón, ya ni se nota la bajada.  Comienza a oscurecer, el tráfico es considerable y todavía estamos a 20 km de la ciudad. Aceleramos el paso para llegar cuanto antes a nuestro destino. A unos 6 km de Pucón nos encontramos la agradable sorpresa de la existencia de un carril bici que nos da la tranquilidad para relajar la cadencia. En la oficina de turismo conocemos a Patricio, el padre de Philippe, que junto con su madre Mónica dirigen el hostel Ruka Pucón. Durante los próximos días disfrutaremos de su hospitalidad y mantendremos largas charlas sobre temas variados, desde nuestras aventuras a sus planes de futuro.

En resumen, un día muy variado, con una buena mezcla de relax, esfuerzo físico y diversión y una buena dosis de adrenalina. Muy,  muy recomendable.

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