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En esta etapa rodamos desde Mendoza hacia el Parque Provincial Aconcagua, pasando por Uspallata. El parque está en la frontera con Chile y antiguamente para pasar al país vecino había que cruzar la cresta de los Andes por el paso Cristo Redentor, a 3850 metros. Hoy el paso se facilita a través del túnel del mismo nombre. Sin embargo, la antigua carretera de tierra, aún está transitable y puede utilizarse para subir hasta el collado, donde una estatua del Cristo Redentor simboliza la paz entre los dos países.


Índice de esta etapa:

13 de Mayo de 2011: De Mendoza a Potrerillos (Perfil)
14 de Mayo de 2011: De Potrerillos a Uspallata (Perfil)
15 de Mayo de 2011: De Uspallata al Puente del Inca (Perfil)
16 de Mayo de 2011: Del Puente del Inca al Cristo Redentor y regreso al Puente del Inca (Perfil 1a parte) (Perfil 2a parte)
17 de Mayo de 2011: Del Puente del Inca a Uspallata (Perfil a pie) (Perfil en bici)

 

13 de Mayo de 2011: De Mendoza a Potrerillos

La salida en bici de Mendoza, como la de cualquier gran ciudad, no es nada gratificante. El tráfico y la contaminación son los principales problemas. En este caso, además, la ligera subida nos hace pedalear más despacio, alargando el tiempo que nos lleva salir de la zona de más congestión. La Ruta 7 primero va hacia el Sur pasando por las localidades vinícolas de Maipú y Luján. En esta zona se ven plantaciones de vides a ambos lados de la carretera e incluso pasamos por delante de un par de bodegas. A medio camino tomamos dirección Oeste y luego Norte para empezar la subida suave hacia Potrerillos. El paisaje es árido, las montañas están peladas y sólo hay cierta vegetación en los márgenes del Río Mendoza, el cual remontaremos durante los próximos días.

El camino hasta Potrerillos no tiene demasiado interés. No hay poblaciones ni grandes vistas. Quizás lo único destacable sea el embalse al lado del pueblo, aunque en esta época del año es mucho menos frecuentada por los mendocinos que en verano.

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14 de Mayo de 2011: De Potrerillos a Uspallata

Colorido de las rocasSalimos del camping de la ACA por una pista paralela a la Ruta 7. Nos sigue una perrita. Por mucho que intentamos espantarla o acelerar para dejarla atrás, no podemos despegarnos de ella. Cuando llegamos a la R7, durante un rato vamos oyendo detrás nuestro los bocinazos de los coches que la van espantando. El paisaje no varía mucho respecto al de ayer. Siguen las laderas secas pero hoy en algunas se ven diferentes tonalidades debido a su contenido en minerales variados. En particular, cerca de la carretera hay una zona donde la tierra es dorada, a diferencia de los alrededores de un marrón oscuro.

Judit esquivando un túnelA lo largo del recorrido hay unos pocos túneles que en general son cortos y sólo requieren controlar visualmente el tráfico en ambos sentidos y un acelerón para atravesarlos rapidito. Sin embargo, uno de ellos es demasiado largo, pero afortunadamente la vía de tren abandonada que también remonta el valle pasa justo al lado, así que la utilizamos como bypass del túnel.

 

 


Santuario a la Difunta CorreaMás adelante llegamos a un santuario a pie de carretera de la difunta Correa. La historia cuenta que Deolinda Correa seguía con su bebé al batallón de su marido enfermo que había sido reclutado por el ejército durante la guerra civil del 1840. En estos áridos parajes cuando se le acabaron los víveres y el agua falleció de sed, pero el bebé sobrevivió mamando de sus pechos hasta que unos lugareños lo encontraron. En el santuario hay cientos de botellas llenas de agua dejadas por los devotos que le piden favores.

La oficina de información en Uspallata nos es muy útil para planear los próximos días. Nuestro plan es subir hasta el Puente del Inca y el Parque Aconcagua, cruzar a Chile por el paso del Cristo Redentor y volver atrás por el túnel hasta Uspallata. Desde aquí cogeremos un autobús hasta Santiago de Chile y Valparaíso, dejando las bicis en Uspallata. De esta manera nos ahorramos los dolores de cabeza de llegar a Santiago en bici y todas las complicaciones de acarrear las bicis en el bus. Incluso una de las personas de la oficina de información se ofrece para guardarnos las bicis y las alforjas mientras visitamos Chile.

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15 de Mayo de 2011: De Uspallata al Puente del Inca

A pesar de que esta ruta es muy frecuentada por camiones, no resulta tan agobiante ni peligrosa como nos esperábamos. Además, en las subidas más fuertes hay carril para vehículos lentos. Hoy también tenemos que cruzar unos pocos túneles, pero como ayer, son cortos o pueden evitarse por la carretera antigua.

Los primeros 25 km discurren entre subidas y bajadas suaves. En esta zona, el valle del Mendoza es muy amplio, aunque el río en la actualidad ocupa una miseria de lo que debió ser antaño. En buena parte del recorrido se ve un muro vertical arenoso de más de 20 metros de altura producto de la erosión fluvial. El camino está salpicado de referencias históricas relativas al ejército de los Andes que liberó a Chile y Argentina del yugo español, además de alguna ruina incaica.

Puente del Inca

El viento va a nuestro favor y progresamos a buen ritmo a pesar de la subida constante. A los 55 km la carretera vira a la derecha y entra en un nuevo valle. Llegamos a Los Penitentes, las pistas de esquí de la zona y básicamente un conglomerado de apartamentos y hoteles a ambos lados de la carretera durante no más de un par de kilómetros. Allí paramos a tomar un café. Para cuando decidimos seguir la ruta ya hemos conseguido que el viento se nos vuelva en contra, y así seguirá durante los 8 kilómetros que nos faltan para llegar al Puente del Inca. Todavía hay sol. Aprovechamos para hacer unas fotos, compras para la cena e instalarnos en el hostal.

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16 de Mayo de 2011: Del Puente del Inca al Cristo Redentor y regreso al Puente del Inca

Sin madrugar demasiado, para dar tiempo al sol a ascender lo suficiente como para dejar caer sus rayos sobre el angosto valle, nos ponemos en marcha hacia Las Cuevas, desde donde tomaremos la pista que asciende al Cristo Redentor por el lado Argentino.

A unos pocos kilómetros del Puente del Inca, desde una curva de la carretera, podemos avistar el cerro Aconcagua, el único nevado a su alrededor. Sus 6962 metros de altura sobre el nivel del mar lo convierten en el cerro más alto del mundo fuera del Himalaya. Pasamos la entrada del Parque Aconcagua, pues no es el objetivo del día, y seguimos ascendiendo hasta Las Cuevas. De camino hay un par de túneles que evitamos por pistas laterales.

Subida al Cristo Redentor

Estatua del Cristo RedentorPronto vemos el edificio en forma de arco de triunfo que marca la entrada a la pista, poco antes de llegar al túnel. Aquí comienza la pista de tierra que sube zigzagueando hasta la estatua del Cristo Redentor, erigida para conmemorar la superación pacífica de un conflicto entre Argentina y Chile por cuestiones de límites fronterizos que les había llevado al borde de la guerra. Esta pista es la antigua carretera, antes de la construcción del túnel. Poco a poco vamos doblando curvas y ganando altura. La primera mitad de la subida discurre sobre tierra ocre mientras que la segunda sobre un terreno granate. En el collado, como siempre, el viento es helado y sopla con fuerza. Estamos a 3854 metros sobre el nivel del mar. Después de ponernos toda la ropa que traemos nos hacemos las fotos obligatorias al pie del Cristo y corremos al refugio donde nos calentamos con un café y un chocolate hirviendo. Al cabo de un rato reanudamos la marcha y nos lanzamos a toda velocidad curvas abajo, pero no por donde habíamos subido, sino por el lado chileno. Estamos en Chile, sin haber sellado el pasaporte. De hecho, los trámites aduaneros se llevan a cabo a varios kilómetros pasado en túnel. Desde arriba se ven infinidad de curvas, todas ellas pegadísimas, como una serpiente encogida a punto de atacar. Aunque el terreno es pedregoso, la bajada es una gozada. En uno de los tramos rectos cruzamos un riachuelo en el que el hielo de la noche aún no se ha fundido. La segunda mitad de la bajada aún tiene las curvas más juntas. Parece mentira que se pueda construir una carretera en una ladera tan empinada. Llegamos al asfalto, en la boca chilena del túnel. Como las bicis no pueden circular por el túnel (afortunadamente), existe un servicio de transporte que te cruza a la otra punta del túnel. Lo que nos ha costado varias horas de subir y bajar, sólo nos lleva unos pocos minutos a través del túnel.

Bajada del Cristo Redentor

La bajada hasta el Puente del Inca es rápida. Allí están las mismas paradas que ayer de venta de minerales con diferentes poderes y propiedades curativas y todo tipo de souvenires y artesanía. La mejor es el ónix, para la buena onda. Los turistas revolotean de una a otra. Nosotros pasamos de largo para darnos una merecida ducha en el hostal.

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17 de Mayo de 2011: Del Puente del Inca a Uspallata

Cima del AconcaguaAntes de regresar a Uspallata, nos acercamos hasta el Parque Aconcagua para tener una mejor vista del cerro de la que tuvimos ayer desde la carretera. La excursión desde el centro de visitantes hasta el puente colgante es corta, pero merece la pena, pues permite ver mejor el Aconcagua. Durante toda la caminata, la montaña tiene una nube empecinada que tapa la cumbre. Seguramente se forma allí por los vientos que vienen del Oeste, pero es la única en todo el cielo. Nos sentamos un rato a disfrutar del sol mientras la nube empieza a desaparecer lentamente. Los jirones que sobrepasan la cima se desvanecen, pero otros nuevos se forman al otro lado. Finalmente, sobre el mediodía acaba desapareciendo por completo y tenemos una magnífica vista de todo el perfil y de la cara Sur y del glaciar de 300 metros de espesor.

De regreso al Puente del Inca, cargamos las bicis y comenzamos la bajada hasta Uspallata. El tráfico de camiones es considerable, pero la gran mayoría se separa suficientemente para evitar el efecto ventosa. Nos creíamos que la bajada sería coser y cantar, pero un viento suave de frente nos obliga a pedalear más fuerte de lo que esperábamos para llegar al pueblo antes de que anochezca. Son 80 kilómetros y la dichosa nube del Aconcagua nos ha retrasado demasiado. Llegamos sin problemas a Uspallata y nos dirigimos a la terminal de buses para comprar los billetes para mañana hacia Santiago de Chile. Nos pasamos el resto de la tarde noche en la cabaña preparando las bolsas para el viaje y la cena.

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